La maskne es una enfermedad muy habitual de la piel, sobretodo ante el uso prolongado de mascarillas y que es provocada cuando los folículos pilosos que tenemos bajo la piel se taponan o obstruyen y provoca granos o más comunmente llamados espinillas.
En realidad no deja de ser el tipo de acné habitual pero acrecentado por el roce y obturación de la zona de la cara a causa de llevar mascarillas.
La maskne es una combinación de las palabras inglesas “mask” (mascarilla) y acné.
A consecuencia de las mascarillas, la maskne se concentra habitualmente en las zonas de la cara como el cuello, nariz, barbilla, pómulos, mofletes, mejillas, mentón, alrededor de las orejas e incluso por la zona inferior de los ojos.
Aunque ya es una enfermedad muy común en los adolescentes, ahora, con la propagación del COVID-19 y la utilización continuada de las mascarillas, cualquier persona puede padecerlo.
No es nada grave pero es bastante molesto y en casos excepcionales puede dejar marcas.
Está demostrado que con el constante uso obligado de las mascarillas, la piel de la zona protegida puede llegar a generar secuelas sanitarias con efectos secundarios y daños en la piel como irritación, granos y espinillas.
La fricción durante muchas horas, la falta de aire y la concentración de calor debida a la exhalación contínua puede arruinarte la piel al no transpirar regularmente como es debido.
Además, el entorno húmedo de la zona de la nariz y la boca benefician un gran aumento de producción grasa que tapona los poros de la piel y la reseca.